Opinión | 03
Comprender desde fuera de Venezuela la crisis que vive el país es muy complicado. Incluso, he pensado que es imposible entenderla si no se vive o se ha vivido la situación en carne propia.
Para muchas personas es increíble el solo pensar que alguien pueda vivir sin agua o sin electricidad por días enteros. Tampoco comprenden cómo, ni siquiera, se puede ahorrar dinero para "casos de emergencias" como una enfermedad; que se pasen largas horas en una fila para comprar combustible en un país productor y exportador de petróleo o que doce huevos cuesten más, que un mes de salario mínimo.
Nueva York, Marzo 28, 2019. La historia política reciente de Venezuela está manchada con trágicos acontecimientos. Golpes de estado, alzamientos militares, presidentes corruptos, dictadores, fuerzas policiales asesinas, fraudes electorales, violación de Derechos Humanos, y pare usted de contar.
En 1999 comenzó la mal llamada Revolución Bolivariana para dar apertura a la crisis política que ha llevado al país a un profundo desastre económico con una de las más altas inflaciones del mundo, la pobreza en un 86% de la población, un marcado "deterioro" social y un gran éxodo.
La migración de venezolanos está categorizada como la más numerosa en la actualidad y descrita como un acontecimiento nunca antes visto en Venezuela. Esta diáspora "obligada" ha sido sufrido las inclemencias de la xenofobia en paises historicamente amigos de la nación, como: Ecuador, Perú e incluso España. Muchos venezolanos consideran la xenofobia injusta y sin razón. Yo a lo lejos, no voy a defender ni a echar lluvia sobre mojado pero si deseo expresar mi opinión.
Por muchos años, cientos de miles de personas de todas partes del mundo, especialmente de Europa y Sur America, emigraron a tierras venezolanas en búsqueda de oportunidades laborales, seguridad, mejor calidad de vida, entre otras poderozas razones. Los venezolanos (nuestros padres, abuelos y bisabuelos) que vivieron en Venezuela durante esos años (1920-1980) nunca pensaron en irse de su país, y si se iban, regresaban. Sin embargo, la historia reciente del país, ha cambiado esa actitud, especialmente entre los más jóvenes que no encuentran un futuro prometedor en su propia tierra y donde ven, cada vez más marcado, que el más vivo, es el vencedor.
La destructiva idiosincrasia venezolana
Como ustedes saben, yo soy Venezolana. El venezolano se autodescribe como un individuo alegre que le "saca partido a todo" y se enorgullece de su "idiosincrasia" distintiva y muy propia. Si bien esa "idiosincrasia" se entreteje en tradiciones culturales, culinarias, refranes, jergas, gustos musicales y otras peculiaridades, también es cierto que se entrelazan costumbres erradas que hacen daño a la nación y que lejos de causar orgullo, deben avergonzar.
Poco a poco los venezolanos se acostumbraron al amiguismo, a "colearse" la fila, a no respetar las leyes de tránsito, al cuánto hay pa' eso?, a no trabajar y cobrar, a llegar tarde, a no cumplir con su palabra o compromisos, a las excusas remojadas, al ventajismo y a la mentira, el quitate tu pa' ponerme yo...
¡Hay quienes se enorgullecen de tan vergonzosas actitudes!... Lamentablemente, esa idiosincrasia, producto del orgullo y la viveza criolla, fue y sigue siendo la causa del nacimiento del Chavismo, del Madurismo o de lo que hay en la actualidad y no consecuencia del Chavismo. Tristemente, son actitudes que forman parte de nuestra venezolanidad.
El Chavismo llegó y fortaleció las malas costumbres de un pueblo que enmendó la Constitución para nada. Es por eso que Venezuela más allá de vivir una crisis política, vive una crisis social y no se si esto pueda cambiar. Los políticos van y vienen pero el pueblo es el mismo.
La retórica del Socialismo Venezolano
Gran parte de la retórica del Socialismo Venezolano o mejor dicho, del Chavismo, fue presentar el cambio de la Constitución de la República de 1961 con reformas de 1983, como la solución a todos los problemas y enaltecer la imagen de Simón Bolívar como un dios salvador del mundo a un nivel que ya todos estaban cansados de tanta idolatría patria. A mi me da náuseas.
Asi, en el ámbito legal, Venezuela, además de tener una Constitución joven, corregida en el año 2000, -algunos dicen que es la mejor constitución del mundo-, tiene innumerables leyes, unas nuevas, otras modificadas o eliminadas que no sirven para nada en un país donde reina la anarquía, la ilegalidad y la corrupción legislativa. Ademas, cada nueva ley está diseñada para complacer los caprichos del gobierno y para sobar a los sinvergüenzas en lugar de beneficiar a los ciudadanos.
En el ámbito histórico, el recuerdo de Simón Bolívar, Libertador no solo de Venezuela, sino propulsor de la libertad de los actuales Ecuador, Colombia, Bolivia y Panamá, ha sido imagen de las más enfermizas propagandas políticas. Con su nombre han barrido el suelo patrio. Quizá lo peor que han hecho con Bolívar es igualarlo al expresidente ya difunto, Chávez.
Tristemente, Bolívar después de tanto luchar por la libertad de su patria y la de otros, después de perder su herencia y propiedades familiares pensando románticamente en la "Libertad" de Venezuela, murió solo y en el exilio, murió en Colombia. Fue enterrado en Caracas en 1876. 134 años después, en un intento por desafiar la historia de nuestro país y por ordenes y capricho de Hugo Chávez, Simón Bolívar fue exhumado en el año 2010. La verdadera razón de esto, aún se desconoce. Muchas son lkas excusas, en realidad, no creo en ninguna.
¿ De qué sirvió cambiar la constitución, el escudo, la bandera, el sistema monetario, el sistema político o crear nuevas leyes, ministerios, planes sociales,...? ¿ Qué aportó el Socialismo al encaminado desarrollo de Venezuela? No sirvió y aportó nada.
Nada de lo que se creía que eran las causas de todos los problemas lo eran realmente. La causa de las crisis somos nosotros, los mismos venezolanos. Nuestras actitudes, nuestros pensamientos, nuestras faltas de lealtad, nuestra deshonestidad...
¿ Qué queda de la Venezuela de 1970-80-90?
Antes del socialismo del siglo XXI, es decir antes del Chavismo, en medio de tanto desastre político, Venezuela se mantuvo de pie con algunos tropiezos económicos que se podían superar y otros que se superaron exitosamente. Se convirtió en un país "en vías de desarrollo". El Chavismo entorpeció el desarrollo y sacó a la superficie lo peor que había en nosotros.
Tristemente, a pesar que Venezuela nunca ha sido un país perfecto y siempre ha existido el ventagismo criollo, del país en el que nací y crecí no queda sino el nombre. Estoy segura que cuando el pueblo de Venezuela comprenda que con el esfuerzo del trabajo, con educación, con honestidad y en unidad ante la adversidad se construye un país, entonces estará preparado para ser verdaderamente libre de todo opresor y de quienes pretendan gobernarlo bajo ideales populistas diciendo ser la voz del pueblo solo para lograr objetivos individuales... Cuando esto ocurra, Venezuela será libre.